En mi afán por tratar de entender el propósito de nuestra vida, independientemente del propósito individual que cada quien puede tener, me he inclinado a pensar que uno de los motivos más grandes por los que estamos aquí es para reconectar profundamente con nosotros mismos. Cada paso que damos y cada decisión que tomamos tienen como objetivo, consciente o inconsciente, el acercarnos más a nuestro ser auténtico, el conocer lo que realmente somos por dentro y lo que verdaderamente deseamos.El propósito de la vida: ¿felicidad o plenitud?
Algunas filosofías plantean que la búsqueda de la felicidad es el propósito de la vida, pero yo creo que lo primero que debemos buscar es la plenitud. En nuestra vida, el placer y el dolor nos acompañan para que, poco a poco, vayamos acercándonos a nuestro centro y aprendamos quiénes somos y qué queremos, más allá del miedo. Conforme más nos acercamos, la luz y la felicidad son más constantes e intensas. Por esta razón, me inclino a pensar que transitamos en esta experiencia de vida más con el fin de aprender y crear, que para, simplemente, ser vagamente felices. La felicidad y el dolor solo son pasajeros temporales en el camino constante del entendimiento y la creación individual que nos llevan a sentirnos plenos.
¿Qué es la conquista personal?
A nivel individual, alcanzar la plenitud involucra trabajar en nuestra conquista personal, es decir, en el descubrimiento y aprendizaje de lo que realmente somos, de lo que deseamos y de las herramientas propias con las que cada uno de nosotros vino a este mundo para ser creativos y diseñar una vida adecuada a lo que somos y deseamos ser.
Los 6 pilares
La conquista personal nos ayuda a convertirnos en creadores de lo que deseamos en nuestra propia experiencia de vida. Para alcanzar esta gran meta es muy importante practicar seis pilares fundamentales: observación, aceptación, desahogo, entendimiento, querer y creatividad, los cuales forman parte del camino hacia la creación de nuestros más profundos deseos.
Entre más practicamos estos pilares, más va aumentando nuestra capacidad de transformarnos en lo que deseamos ser y, al mismo tiempo, nuestra conquista personal se va reflejando también en la transformación de lo que nos rodea, es decir, nuestro entorno naturalmente se va sintonizando con nuestra frecuencia interna: lo que vamos logrando dentro de nosotros, se va logrando, simultáneamente, fuera de nosotros. De esta manera, el vivir cobra un sentido especial y duradero, y todo lo que experimentamos en la vida comienza a contribuir a la transformación que nos permite cumplir nuestros deseos y alcanzar nuestra plenitud.
1 Observación
Comenzamos practicando el pilar de la observación poniendo atención consciente a nuestro interior para respondernos: ¿qué sucede dentro de mí?, ¿qué siento?, ¿qué pienso?, ¿con qué herramientas cuento y con cuáles no?, ¿qué miedos albergo?, ¿qué retos me pongo?
Para practicar de forma elevada este pilar, es de suma importancia que nuestra observación sea honesta, cuidar mucho no mentirnos a nosotros mismos, tratar de ver claramente y eliminar los juicios, cuando observamos no hay bien ni mal, simplemente, dejamos que lo observado sea lo que es. También es importante tener siempre presente que lo que observamos puede llegar a ser contradictorio, y el ver reflejadas en nosotros dichas contradicciones, así como el que todas puedan ser verdaderas para mí, es parte de la observación consciente.
La práctica de la observación incluye la percepción externa, es decir, observar también lo que hay afuera de nosotros, tratando de eliminar nuestras interpretaciones subjetivas, siendo valientes y, a pesar del miedo, observar lo que no nos gusta.
Hay que procurar que nuestra observación sea extensa, pues entre más logremos observarnos, será mejor. También hay que practicar este pilar de manera constante o frecuente, tratando de estar conscientes de lo que observamos todos los días.
2 Aceptación
El pilar de la aceptación consiste en dejar de poner resistencia ante aquello que observamos y decirle sí, nos guste o no nos guste, permitiendo así que nuestro cuerpo y mente se relajen.
La aceptación de lo que observamos no significa que tenemos que suprimir el deseo de un cambio, podemos aceptar y seguir anhelando algo diferente para nosotros, pero aceptar es un paso importante para poder transformar lo que deseemos cambiar.
Ser compasivos con nosotros mismos y ponerle amor a todo lo que observamos, dentro y fuera de nosotros, nos ayudará a aceptarlo de mejor forma.
3 Desahogo emocional
La práctica frecuente del desahogo emocional nos permite aligerar el peso de todas las emociones y pensamientos con los que cargamos diariamente, poniéndolos fuera de nosotros para verlos desde otras perspectivas y aliviar, aunque sea por pequeños momentos, nuestro ser.
Podemos desahogarnos escribiendo, hablando o registrando todo eso que va llegando a nuestra mente, a nuestro corazón y cuerpo, con la intención de que no se acumule, de manera inconsciente, en nuestro interior y no siga sumándose a lo que ya hemos acumulado a lo largo de nuestra vida.
Con la práctica, este pilar también nos ayuda a profundizar en emociones y pensamientos más antiguos que, sin darnos cuenta, nos afectan diariamente.
4 Entendimiento
Una vez que hemos practicado lo suficiente los primeros tres pilares, podemos llegar a un entendimiento cada vez más profundo de nosotros mismos. Este pilar involucra mantener diálogos interiores que nos lleven a profundizar en el autoconocimiento. ¿Por qué siento lo que siento?, ¿de dónde nació esto que pienso?, ¿qué patrones detecto? Hacernos estas preguntas nos ayuda a recordar experiencias que tuvieron un impacto en lo que pensamos y sentimos, y a identificar patrones.La vida, constantemente, nos ofrece maestros y conocimiento, por eso, el pilar del entendimiento también abarca escuchar a otras personas, interesarnos en su manera particular de ver las situaciones para ampliar nuestra percepción, así como llenarnos de experiencias nuevas a través de lecturas, películas, conversaciones, vivencias, terapia, etc., que nutran nuestra perspectiva y autoconocimiento.En este pilar, es muy importante cultivar la paciencia para que las respuestas capaces de ayudarnos a entender mejor nuestra vida lleguen a su debido tiempo.
5 El Querer
El pilar del querer está formado por mis deseos y mis miedos. Para mí, este pilar y su práctica son los que nos permiten elegir tanto el camino que realmente deseamos transitar como nuestro destino en esta vida.
Nuestro querer es nuestra guía. Difícilmente podemos controlar las emociones y pensamientos que observamos en nuestro interior; sin embargo, sí podemos controlar lo qué queremos hacer con ellos.
Para identificar nuestro querer genuino es imprescindible detectar los miedos que nos impiden verlo y tenerlos presentes para que nuestro querer no se nos pierda de vista. También es necesario practicar el imaginar deseos ilimitados, sin restricción y preguntándonos: ¿qué es todo lo que realmente deseo para mí? Para respondernos, hay que pensar en deseos completamente honestos, que derriben las barreras de nuestros miedos y limites e intentar hacer consciente lo que realmente deseamos y no lo que creemos que deberíamos desear. Desear sin limites nos permitirá realmente conocer nuestro más intimo querer.
Nuestros miedos y nuestro querer se vuelven hilos conductores en este trabajo; cuando ambos se presentan al mismo tiempo en nuestros corazones, se convierten en una brújula que nos indica el camino a los deseos más profundos de nuestra alma. El miedo se convierte en indicador del camino debido a que es el componente principal con el que hemos estado cubriendo a nuestro corazón con el afán de protegerlo. Es por esto la importancia de seguir sus huellas y llegar así a nuestro querer.
Para alcanzar la mayor plenitud posible en nuestras vidas, debemos ser valientes y seguir el camino que nos muestran las pistas del miedo y del deseo. Practicando dar pasos valientes hacia donde nuestra brújula del querer nos indique, comenzaremos a accionar alineados a nuestros deseos.
6 creatividad
Los cinco primeros pilares nos llevan al pilar culminante de la creatividad.
Una vez que tenemos claridad sobre cuál es nuestro profundo querer, sigue el planear las acciones que podemos comenzar a realizar para avanzar hacia nuestros deseos. ¿Cómo lo puedo lograr? ¡Ahí está nuestra creatividad!
Una vez más, tenemos que ser valientes para, ayudados por nuestra creatividad, derribar, uno a uno, los miedos que se interponen a nuestro querer.
Poniendo atención a todo lo que sucede dentro y fuera de nosotros, podremos ver que con solo tener consciente nuestro querer, se presentan situaciones que nos permiten alinear nuestra realidad con ese querer.
El deseo de controlar nuestra vida, de hacer que se sienta como deseamos que se sienta, de hacer que fluya hacia la dirección que anhelamos fluir, es un deseo que nos acompaña a la gran mayoría de las personas. Sin embargo, no tenemos el control sobre prácticamente nada de lo que pasa en nuestras vidas, fuera de nuestra capacidad de crear algo con ello.
Con el paso del tiempo, he entendido, desde lo profundo de mi corazón, que lo único que me acerca a tener un sentido de control en mi vida, es reconocer y hacer mía la creación personal, la cual debe partir del centro del corazón para asegurarme así de que sea confiable y contundente. Desde el momento en que lo entendí, he dedicado mi tiempo y energía a la práctica de estos pilares y a observar cómo, increíblemente, todo se va acomodando de acuerdo con mi más genuina conquista personal.
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FREDEL ROMANO
