Estarán bajo la dirección de escena de Rodrigo Caravantes,
musical de Andrés Sarre y vocal de Cassandra Zoé Velasco
La nueva versión de La flauta mágica de Mozart incluirá
ilustraciones de Raúl Valdés, colaborador de DC Studios y
Marvel
La Cenicienta, ópera bufa de Rossini, ofrecerá una producción
estilo art nouveau y art decó
Con un destacado elenco de voces, cada uno de los títulos
ofrecerá cuatro funciones en julio y agosto, respectivamente
El ciclo Lunario niños, creado por Lunario del Auditorio Nacional con el objetivo de ofrecer
propuestas originales e innovadoras dirigidas al público infantil, presentará una nueva
temporada de Ópera para niños integrada por dos obras clásicas del repertorio: La flauta
mágica de Wolfgang Amadeus Mozart y La Cenicienta de Gioachino Rossini, que ofrecerán
funciones dobles en julio y agosto, respectivamente. Ambas puestas en escena fueron
comisionadas a ProÓpera y cuentan con la producción y dirección de escena de Rodrigo
Caravantes.
La flauta mágica | Ópera para niños con un toque de animación y cómic japonés
Domingos 21 y 28 de julio, 13:00 y 17:00 horas
El universo fantástico creado por Wolfgang Amadeus Mozart en La flauta mágica, su última
ópera, será reinterpretado ahora por el productor Rodrigo Caravantes en un nuevo montaje que
se inspira en elementos de las animaciones y los cómics japoneses tan populares entre los
niños de hoy, realizadas por el caricaturista mexicano Raúl Valdés, colaborador de las
producciones de Batman y el Hombre Araña para las reconocidas firmas DC Studios y Marvel.
Este montaje cuenta también con la participación de Andrés Sarre en la dirección musical,
Cassandra Zoé Velasco como directora vocal y las voces del tenor Ricardo Estrada (Tamino), la
soprano Arisbe de la Barrera (Pamina/Papagena), el bajo Carlos Adrián Hernández
(Papageno), la soprano Ana Rosalía Ramos (Reina de la Noche), el bajo Ricardo Ceballos
(Sarastro) y el pianista Amaury Ríos.
Ideal para introducir a los niños en la ópera, esta producción incorpora a un personaje especial
en el escenario: la niña concertino, interpretada por la actriz de teatro y televisión, Mariana
Estrada, este personaje narrará las escenas, ayudando a los pequeños espectadores a
sumergirse en el universo fantástico planteado por Mozart.
Con libreto de Emanuel Schikaneder (1751-1812), actor, cantante, director de teatro y amigo de
Mozart, el relato gira en torno al príncipe Tamino que, tras ser perseguido por una serpiente,
conoce a la Reina de la Noche, quien le ofrece la mano de su hija Pamina si la libera del
malvado Sarastro. Junto con Papageno, un encantador cazador de pájaros, Tamino se adentra
al territorio de Sarastro para pelear contra él, pero descubre que la mala es en realidad la Reina
de la Noche. Debido a que en el libreto original no se define del todo la temporalidad ni el
espacio donde se desarrolla la historia, ésta se ha adaptado en diferentes estilos y contextos a
partir de la creatividad de directores y diseñadores.
Para Rodrigo Caravantes ese matiz abstracto es el punto de partida de su nueva interpretación,
inspirada en el arte de la animación (ánime) y los cómics (manga) de origen japonés, que
cuentan con una gran cantidad de seguidores en todo el mundo, desde quienes crecieron con
caricaturas como Dragon Ball Z, Sailor Moon, Pokémon o las películas de Hayao Miyazaki
(Studio Ghibli), hasta las infancias contemporáneas que tienen a su alcance un amplio catálogo
de series japonesas animadas en plataformas de streaming, como Netflix o Crunchyroll. La
puesta en escena retoma elementos familiares para muchos de ellos, como la estética gráfica,
onomatopeyas, personajes, colores llamativos y movimientos.
Estrenada en 1791 en Viena, Austria, para su autor La flauta mágica tenía el objetivo de
convertirse en una pieza musical magistral con un tema fantástico, que consiguiera despertar el
interés de un público amplio en el género operístico, algo que ha cumplido desde entonces. Es
una de las siete óperas compuestas por Mozart en su periodo de madurez y tal vez la más
abierta a la conversión a un lenguaje más accesible y universal. Actualmente es una de las
cuatro obras más representadas del repertorio, en diversos formatos y para diferentes públicos
en un sinfín de escenarios de todo el mundo.
Considerada un viaje hacia la sabiduría, el amor y la luz, que ofrece al público la visión de un
futuro más esperanzador, La flauta mágica es una historia contada originalmente en un formato
llamado singspiel (“canción-obra”), que consta de números musicales autónomos, conectados
por diálogos y actividad escénica. El cambiante tono de la composición requiere de intérpretes
especializados para navegar por diversos estados de ánimo, que van de la solemnidad hasta la
euforia.
La Cenicienta | Ópera bufa de Rossini al estilo art nouveau y art decó
Domingos 4 y 11 de agosto, 13:00 y 17:00 horas
La Cenicienta, una de las óperas bufas más importantes del compositor italiano Gioachino
Rossini, basada en el célebre y entrañable cuento de Charles Perrault, ofrecerá una nueva
versión como parte de la temporada de Ópera para niños en el Lunario. Bajo la producción y
dirección escénica de Rodrigo Caravantes y la dirección musical del pianista Andrés Sarre
participará un elenco joven de virtuosas voces que dará vida a esta historia que nació durante la
época del Romanticismo y ahora se presenta con una estética inspirada en dos corrientes
artísticas más recientes: el art nouveau, que se desarrolló a finales del siglo XIX e inicios del
XX, y el art decó, que cobró auge entre 1920 y 1930 también en México, el primero
caracterizado por su inspiración en la naturaleza y lo orgánico, y el segundo en lo geométrico y
lo funcional.
“La Cenicienta es una historia muy conocida por todos y creo que los niños la identifican muy
fácilmente, la música de Rossini es maravillosa y muy divertida, así que se trata de una
excelente oportunidad para que el público infantil encuentre en la ópera un motivo para ir al
teatro. La diferencia con otras versiones que se han hecho es que está realizada con un estilo
basado en el art nouveau y el art decó, dos tendencias artísticas que no deben olvidarse nunca
y tenemos que mostrarlas más a los niños, ya que son muy orgánicas y funcionales, es algo
que resulta cercano por su estética, arquitectura, escritura”, apunta Rodrigo Caravantes,
director de escena.
La versión de La Cenicienta que se presentará en la temporada de Ópera para niños estará
protagonizada por la mezzosoprano originaria de Monterrey, Nuevo León, Alejandra Gómez en
el papel de Angelina, “La Cenicienta”. La intérprete ha trabajado con la Orquesta Filarmónica de
Israel y la Orquesta del Conservatorio de Moscú, también se ha presentado en el Teatro de
Bellas Artes bajo la dirección de Iván López Reynoso. Sus papeles más destacados han sido
como Carmen en la obra de Georges Bizet, Charlotte en Werther de Jules Massenet y Magali
de Salsipuedes de Daniel Catán.
El príncipe Ramiro será interpretado por Edgar Villalva Arreola, tenor formado en el
Conservatorio de las Rosas, quien se ha presentado junto a la Orquesta Sinfónica de
Michoacán y las Filarmónicas de Jalisco, Querétaro y la UNAM. El elenco se completa con los
barítonos Carlos Suárez (Dandini), Abel Pérez (Don Magnífico), las sopranos Mariana
Ruvalcaba (Clorinda) y Diana Mata (Tisbe). También participará la actriz Mariana Estrada como
la niña concertino, una suerte de narradora en esta temporada de Ópera para niños.
Basada en el cuento del escritor francés Charles Perrault (1628-1703), con libreto del poeta y
escritor italiano Jacopo Ferretti (1784-1852), Rossini compuso La Cenicienta en 21 días y
realizó su primera función en el Teatro Valle de Roma, en enero de 1817, un año después del
estreno de El barbero de Sevilla, otra de sus importantes obras. La Cenicienta se distingue por
su estilo ágil, en el que la orquesta cobra gran fuerza en la zona de las maderas y los alientos,
alcanzando el protagonismo en la música; en las voces usa el estilo bel canto con la
interpretación de un coro y un solista que emergen en un final virtuoso.
Cassandra Zoé Velasco, directora vocal, explica: “La especialidad Rossini era poner
muchísimos colores a la voz, su idea era pensar en el cantante como instrumento, un violín, un
piano, el que fuera, así que en La Cenicienta van a ver a los cantantes haciendo pirotécnica
vocal, ya que la fortaleza de un cantante que interpreta a este compositor debe ser el
virtuosismo, pues requiere mucha velocidad, gran variedad de notas agudas a graves y un
despliegue vocal muy grande, muy poderoso, que puede resultar interesante para aquellos que
se acercan por primera vez a este género y no saben qué es un cantante de ópera. Además es
ópera bufa, entonces todo es muy chistoso”.
Gioachino Rossini (1792-1868) nació en Pésaro, Italia, y es considerado uno de los
compositores más importantes de su época y de los máximos representantes de la ópera bufa.
Escribió 39 obras operísticas entre cómicas (Argel, El barbero de Sevilla y La Cenicienta) y
dramáticas (Otelo, Tancredi y Semiramide), así como piezas de cámara, piano y música sacra.
Los creadores
El productor y director de escena Rodrigo Caravantes es egresado de la carrera de Ciencias
de la Comunicación de la UNAM, con especialidad en producción audiovisual, y de Arte
Dramático del Instituto Andrés Soler. Realizó estudios de cinematografía en la Universidad
Autónoma de la Ciudad de México, Cine experimental en el CUEC, Dirección de actores en el
Centro Cultural de España, talleres de teatro en la UNAM y Dirección de actores con Luis
Mandoki en la Universidad de la Comunicación, entre otros. Se ha desarrollado
profesionalmente en los campos de la producción y dirección de espectáculos escénicos y de
cine. Desde 2009, ha colaborado en diversas producciones para la Compañía Nacional de
Ópera de Bellas Artes y en los teatros más importantes de México.
Andrés Sarre, director musical de estas puestas en escena es un pianista y preparador vocal
mexicano. Realizó estudios en el Conservatorio Superior de Música de Madrid bajo la guía de
Juan Antonio Álvarez-Parejo y en Modena, Italia, bajo la dirección de Paola Molinari. En México
fue alumno de Guillermo Salvador, Aurora Serratos y Rogelio Riojas-Nolasco. Como solista se
ha presentado en España, Italia, Holanda, Alemania, Costa Rica y Brasil. También ha sido
pianista acompañante en recitales de grandes figuras, como el tenor italiano Fabio Armiliato
(2019) y el tenor mexicano Ramón Vargas (2021). Ha participado como pianista acompañante
en el Concurso Nacional de Canto Carlo Morelli en México y en el Concurso de Canto Spoleto
en Italia.
La directora vocal de ambas producciones es la mezzosoprano mexicana Cassandra Zoé
Velasco, quien ha participado desde 2015 en óperas del Met de Nueva York, entre ellas
Rusalka de Antonín Dvořák e Idomeneo de Wolfgang Amadeus Mozart. Debutó en el Carnegie
Hall en 2016 como solista de la Gran misa en Do menor de Wolfgang Amadeus Mozart.
También se ha presentado en recintos de países como Estados Unidos, Argentina, Bélgica,
China y México, así como con las más importantes compañías de ópera. Ha participado en
numerosos concursos, entre ellos Operalia 2012 en Beijing, Montserrat Caballé en España,
Dell’Opera en Alemania, Internacional de Canto Teatro Colón en Argentina y de Canto Carlo
Morelli 2011 en México.
Lunario niños presentará Ópera para niños: La flauta mágica, los domingos 21 y 28 de julio
a las 13:00 y 17:00 horas; y La Cenicienta, los domingos 4 y 11 de agosto a las 13:00 y 17:00
horas en el Lunario (Reforma 50, Bosque de Chapultepec, costado poniente del Auditorio
Nacional). Boletos: De $700 a $1450, a la venta en las taquillas del recinto sin cargo extra y en
el sistema Ticketmaster.
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